Una familia en Estados Unidos se vio envuelta en un grave problema con uno de sus hijos, problemas médicos, uno de sus gemelos necesitaba transfusión de sangre, el problema era que el tipo de sangre que ocupaba su hijo era raro, solamente lo tenía su hermano, gemelo.

Los padres con mucho tacto y temor le explicaron de la forma más sencilla y clara, que necesitaba que el donara de su sangre a su hermano menor, de esta forma su hermano se levantaría de la cama y ya no estaría enfermo. El niño accedió a la petición sin pensarlo dos veces, una vez puestos en camas separadas, pero lado a lado, el niño ya con los catéteres puestos, comenzaron a hacer la transfusión de sangre, al término de 2 minutos el niño que estaba donando la sangre a su hermano quedó viendo a la enfermera y le hizo una pregunta impactante, – ¿En qué momento voy a comenzar a morir? – la enfermera con lágrimas en los ojos le aclaro la situación al niño, quién para el bien de todos no iba a morir.

Es increíble como este niño acepto donar su sangre a su hermano aún (dentro de su inocencia) pensando en que iba a morir al hacerlo, ¿cuál la fue la motivación de este niño? El amor sin duda, el amor por su hermano.

Repito la pregunta, ¿cuál es tu motivación? ¿cuál es la motivación que te hace levantarte todos los días por la mañana rumbo a tu trabajo? ¿la conoces? O lo que es peor aún ¿no sabes cuál es?

Es momento que comiences a pensar un poco en ti, que te des un tiempo para que puedas autoevaluarte, analizar lo que estás haciendo y por qué lo estás haciendo, si lo que estás haciendo ahora te llevará mañana donde quieres llegar.

Lo primero que debo decirte es, que si para hacer lo que haces hoy necesitas buscar motivación, estás mal, cuando haces lo que te apasiona, no necesitas motivación alguna, tu propia motivación es hacerlo porque te gusta, porque lo disfrutas y no necesitas que factores externos o ajenos a ti que vengan a motivarte.

Soy de los que no cree en motivadores personales, pienso que buscas que alguien te enseñe a querer hacer algo para lo que no fuiste diseñado hacer.

Por ejemplo, es cómo que yo decida andar con matemáticos todos los días y les pida me motiven a estudiar las ciencias de las matemáticas, cuando no es lo mío, posiblemente aprenderé, pero habré gastado mucho tiempo de mi vida, esfuerzo y energía en aprender algo para lo que no fue diseñado.

Si para hacer lo que haces ahora necesitas motivación, entonces estás haciendo algo para lo que no fuiste diseñado.

¿Estás estudiando una carrera que no te motiva? ¡Cámbiate! No debes seguir patrones impuestos o generacionales, si tu papá fue abogado, tu no debes ser abogado forzosamente, puedes ser un excelente médico o un ingeniero, pero todo está en que encuentres aquello que no necesitas que te motiven hacer ya que tú lo harás solo.

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