Sergio Banegas
Dirección Académica UTH Campus Santa Bárbara
La crisis sanitaria del Covid19 trajo un cambio repentino en la agenda mundial. Lo que dábamos por sentado de la noche a la mañana cambió y ello por supuesto, trajo un desafío colosal para las naciones de la tierra. El impacto económico ha sido determinante, pero también esa contingencia ha materializado un cambio forzado y/o acelerado en la educación.
Los paradigmas anteriores de una educación presencial que por siglos se instauró en nuestros sistemas de pronto se convirtieron en imposibles ante la emergencia sanitaria. El dicente sentado en una mesa o pupitre frente al docente que ejerce una dictadura del conocimiento se diluyó de repente, confrontando a los sistemas educativos de los países, a las instituciones públicas y privadas a una nueva forma de desarrollar los procesos pedagógicos.
En ese contexto la figura del docente ha tenido que reinventarse y entrar en una reingeniería en sus estructuras más elementales, ese rol ha debido humanizarse aun en el imperio de la virtualidad. Un posible riesgo que se presenta en este escenario educativo es cambiar de formas pero no de fondo. Esto es: utilizar la tecnología como recurso pero continuar con métodos tradicionales y una figura docente como distribuidor de información propia de la ilustración.
En ese sentido deseo acotar que el docente virtual debe tener al menos tres competencias básicas para acercarse a la efectividad en la docencia virtual: primero competencia técnica: es decir, ser un especialista de la rama, asignatura, clase, o curso que imparte. Segundo, competencia pedagógica: no solo es saber, sino saber enseñar y transmitir los conocimientos a los alumnos; y tercero: competencia tecnológica: conocer el uso de plataformas y herramientas virtuales que le permitan una práctica docente para una generación que son “nativos digitales”.
Es así que el desafío para el docente virtual ira mucho más allá de la pandemia, considero que la educación virtual llegó para quedarse y su presencia será cada vez más determinante e influyente. El autor Yuval Noah Harari expone que “los profesores debemos enseñar pensamiento crítico, comunicación, colaboración y creatividad”. (Harari, 2018) Esto por supuesto es una imperiosa necesidad para el docente de ambientes virtuales en el futuro que ya es ahora.
Inicio de clases
18 de enero del 2021
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