Ese es un problema que hay que reconocer y abordar de manera honesta y concienzuda ya que el ejercicio de una correcta escritura y lectura son condiciones sine qua non para el éxito laboral, empresarial, profesional, y académico.
Esta competencia se entiende como la adquisición de la técnica de descifrado de una palabra o texto, mediante la transcripción gráfica del lenguaje oral, utilizando habilidades cognitivas, sensoriales y motoras que posibilitan este acto.
Esta capacidad debe ser desarrollada de manera intencional, no es un acto de magia o un evento único en el cual de “la noche a la mañana” adquirimos el pensamiento crítico que resulta de saber leer y escribir bien. Ya sé lo que está pensando: “eso solo aplica a los párvulos de edades escolares primarios que están conociendo las vocales y abecedario básico”.
Estoy de acuerdo que en esa etapa es justamente donde se debe hacer el mayor esfuerzo para que el aprendizaje sea significativo y definitivo, pero nunca es tarde corregir, sobre todo si aceptamos paladinamente que esa área está débil en nuestra formación académica y profesional.
Es así que recomiendo algunos asuntos básicos: tome la decisión de adoptar como comportamiento cotidiano la lectura, lea mucho, investigue, conozca autores que pueden mostrarle profundidades de conocimiento. Pruebe de todo: novelas, poesía, textos académicos, de ciencias, historia, economía, derecho, inteligencia emocional, etc.
No hay atajos, así como aprendemos a andar en bicicleta pedaleando, de la misma manera, el desarrollo del pensamiento lógico y analítico se adquiere con muchas letras las cuales nos llevan a un desarrollo profesional exitoso. Libros a la obra.