Ello indica que en ese transcurso de educarnos intervienen otras personas que deberían sumar y multiplicar y no restar ni dividir, en ese contexto quiero compartirle algunos consejos prácticos y sencillos que le ayudaran en la carrera profesional que está forjando ahora mismo.
Primero, haga parte de su vida académica a la persona que le está apoyando en la parte financiera, sean sus padres, un tutor, o cualquier persona, ríndale cuentas, muestre sus calificaciones, converse sus desafíos y triunfos por pequeños que sean. Eso creará una conexión emocional y hará que esa persona se interese en seguir apoyándole.
Segundo, haga de su catedrático/a un aliado, trate y diríjase a esa persona con respeto y honestidad, recuerde que él/ella también tiene días difíciles pero está esforzándose por compartir con usted el conocimiento y la experiencia que acumula en su vida profesional. Pregunte, no se quede con dudas, sea parte activa de la clase con participaciones permanentes convirtiéndose en asociado del profesor/a.
Tercero, encuentre un compañero/a que le desafíe a mostrar cada vez mayor responsabilidad, diligencia, enfoque, consistencia, y constancia en sus asignaciones y deberes como estudiante. Que sea alguien que tenga la disposición pero también la oportunidad de llamarle la atención de manera respetuosa cuando usted baje los brazos o este mostrando cierta apatía en sus clases. A todos nos pasa, el día a día nos cansa y requerimos de alguien que nos anime.
A la bandera final del éxito nadie llega solo, para remontarnos en la competencia es menester que nos asociemos con las personas correctas. La carrera universitaria no es una justa de cien metros planos que requiera velocidad, es más parecida a una maratón que requiere consistencia y disciplina. Usted puede, claro que sí, paso a paso, clase a clase, periodo a periodo, la meta está cada vez más cerca.